Diario de Sesiones 113, de fecha 12/3/2014
Punto 3
8L/PPL-0010 DEBATE DE TOMA EN CONSIDERACIÓN. PROPOSICIÓN DE LEY, DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO, DE REFORMA DEL SISTEMA ELECTORAL QUE REGULA LAS ELECCIONES AL PARLAMENTO DE CANARIAS.
El señor PRESIDENTE: Pasamos al siguiente punto de iniciativas legislativas.
La proposición de ley, del Grupo Parlamentario Mixto, de reforma del Sistema Electoral que regula las elecciones al Parlamento de Canarias.
Tiene la palabra don Román Rodríguez.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Señor presidente, señorías, muy buenas tardes.
Mis primeras palabras son para saludar a las personas que hoy nos acompañan, de manera especial, a los consejeros y consejeras del Cabildo Insular de Gran Canaria. Seguro que no vinieron para esto pero les agradecemos la presencia. Supongo que la motivación principal esté en la iniciativa legislativa de esa importante institución de nuestro entramado, digamos, institucional. También saludar a representantes políticos como José Manuel Corrales, Santiago Pérez, y sé que hay representantes también de plataformas ciudadanas ocupadas en la defensa de sus intereses.
Señorías, se han tenido que dar muchas circunstancias para vivir el momento que hoy vivimos: la política, los partidos y las instituciones estamos en una notable crisis. Nunca, los que tenemos cierta edad y hemos vivido la transición política hasta hoy hemos encontrado tanto alejamiento de la gente de lo que hacemos y de lo que representamos. La crisis no es solo económica, no solo es social, es también una crisis institucional, una crisis de los partidos, una crisis de la política y una crisis de los políticos.
Las razones son diversas y complejas como todo lo difícil. Desde luego, creo que están contribuyendo poco a esa aproximación, a ese respeto de la ciudadanía hacia sus instituciones, los notabilísimos casos de corrupción, la casi impunidad de una minoría, pero que hace un daño terrible a la política y a las instituciones. Hemos vivido o estamos viviendo casos que quiebran la confianza, que alejan a la gente; pero también aleja a la gente de la política y de las instituciones la injusta salida a esta crisis, esta crisis que hace que gente pierda su trabajo, sus derechos, que esté en una lista de espera o que pierda su vivienda, y, en paralelo, vea que en las instituciones, en los parlamentos, en los organismos internacionales, se favorece a los de siempre; una crisis que se salda con gente más rica, pero, sobre todo, se salda con más pobres, con más parados, con menos derechos sociales, con menos derechos laborales, con menos derechos, en definitiva.
Pero también contribuye a ese alejamiento la debilidad de nuestro sistema democrático. Pasamos de una dictadura a una democracia en un proceso comprometido y difícil, de pacto, donde las partes tuvieron que ceder para conseguir el espacio que nos ha permitido una razonable convivencia democrática y avances sensibles en los derechos, en las libertades y en el bienestar. Pero este conjunto de situaciones, crisis económica, crisis social, crisis democrática, tiene un resultante: desafecto, alejamiento, crisis de la política. Dice la gente, cuando le preguntas, que somos el segundo problema por detrás del paro, porque hemos perdido la confianza, porque hemos perdido la conexión con la ciudadanía.
Afortunadamente, hay movimientos ciudadanos que mantienen el pulso y la pelea por la justicia y por los derechos. En esta crisis han surgido movimientos espontáneos que eran minoritarios pero que han impactado en la conciencia ciudadana, desde Stop Desahucios al de los preferentistas, la gente esa que fue masivamente engañada por un sistema financiero que cogió sus ahorros y los colocó en productos especulativos.
Pero no nos engañemos, la gente va a votar menos, mucho menos. Habrá más votos en blanco, habrá más votos nulos, habrá opciones alternativas, legítimas, y lo dicen las encuestas, pero también habrá opciones, que afortunadamente no están demasiado visualizadas en el Estado español, de carácter populista y autoritario, como está pasando en países de nuestro entorno.
Frente a esta crisis de la política, de las instituciones y de la democracia, no cabe mirar para otro lado, cabe actuar ya y de manera contundente. Hay que actuar para no perder esa conexión con la ciudadanía y para que las conquistas institucionales democráticas y sociales y de derecho no se quiebren, y nosotros tenemos una gran responsabilidad en esos cambios. Cierto es que habrá cambios que sean de orden estatal: tendrán que ser las Cortes Generales las que mejoren un sistema electoral que yo creo que castiga a las minorías, las que obliguen en determinados ámbitos institucionales a la transparencia total, las que fomenten la consulta directa a los ciudadanos; lo decimos en el preámbulo de esta proposición de ley, esta democracia nuestra tiene que evolucionar, tiene que hacerse más participativa, la gente tiene que ser más protagonista y tiene que creer en lo que hacemos. Por eso hay que actuar en las Cortes Generales para cambiar determinadas reglas, para que los programas no sean papel mojado, para que los partidos sean organizaciones democráticas, transparentes y financiadas conforme a las reglas que vayamos estableciendo.
Pero en el ámbito canario también podemos contribuir, no es una tarea solo de las Cortes Generales la mejora de las reglas, la búsqueda del encuentro con la ciudadanía y la recuperación de la confianza, aquí podemos hacer también bastante en este sentido.
Y, sin duda ninguna, la reforma electoral es uno de los caminos. Sería simplificador pensar que este es el único camino, pero tenemos un sistema electoral que tiene su justificación histórica: la transición política obligó a acuerdos, el proceso de institucionalización de Canarias obligó a acuerdos, las islas menos pobladas fueron históricamente marginadas, excluidas, y había que ceder y buscar equilibrios. Esa historia es la nuestra, pero han pasado muchos años, y hay que decir que, aunque sea difícil la salida y el acuerdo, el sistema de la proporcionalidad de nuestro régimen electoral es francamente mejorable, aunque difícil.
Lo hemos intentado, aquí, en los años 2000, 2001 y 2002, este Parlamento ocupó una parte importante de sus actuaciones en hablar de este tema. Se creó una comisión especial después de que la Agrupación Herreña Independiente presentara una proposición de ley, por cierto, admitida a trámite por unanimidad de los que entonces gobernábamos, pero también de los que estaban en la Oposición. Se dio la oportunidad al debate. Hay que decir que aquella propuesta de la Agrupación Herreña Independiente hubiera hecho imposible que hoy estuviera yo aquí hablando en nombre del Grupo Mixto, de Nueva Canarias, porque establecía la eliminación de la llamada barrera regional, y nosotros en Gran Canaria no llegábamos al 15 %, con 83.000 votos, con el 9,1 % del voto emitido hubiéramos quedado fuera. Pero se admitió a trámite, se abrió un proceso de discusión, y aquí vinieron expertos, vinieron constitucionalistas y vinieron los partidos pequeños a expresar sus ideas y sus inquietudes. No llegamos a acuerdo, pero se intentó.
También se intentó en el 2009, cuando el Partido Socialista canario y el de entonces su portavoz, Santiago Pérez, presentó una iniciativa legislativa, también desde la Oposición, modesta, que pretendía interpretar la respuesta a la mejora del sistema electoral de manera escalonada -porque si lo discutimos todo nos pasa lo que nos pasó en el 2000 y en el 2001-, y también este Parlamento, a pesar de que la propuesta venía de la Oposición política, la aprobó por unanimidad. Luego, por asuntos internos, que no sé explicar ni me corresponde hacerlo, languideció en su tramitación porque no hubo ponencia, no hubo enmiendas y quedó ahí, pero los dos antecedentes han sido dos antecedentes interesantes, positivos, legítimos. También ha habido intentos de mejorar nuestro sistema electoral a través de la reforma del Estatuto de Autonomía. Es recurrente decir que una parte sustancial de los cambios tendrán que venir modificando el actual Estatuto de Autonomía, pero nosotros, que creemos que en el ámbito del Estatuto de Autonomía se tienen que producir cambios, decimos que "ojo, que esta puede ser la respuesta, la salida de algunos para no hacer nada, para que todo quede igual", y los datos son incontestables. El Estatuto que salió el año 2006 de esta Cámara en un acuerdo entre los socialistas y Coalición Canaria llegó a Madrid con una propuesta del 15 y el 3. Y en la tramitación, el que les habla, entonces diputado de Nueva Canarias en las Cortes Generales, hizo una enmienda y propuso el 5 % en esa disposición transitoria. Coalición Canaria y el Partido Popular hicieron una enmienda volviendo al 30 y al 6. Les duró poco la voluntad de mejora del sistema electoral.
No negamos que la reforma estatutaria sea un camino para el perfeccionamiento, para hablar incluso de la circunscripción de orden canario. Lo que no entendemos es que eso se incompatibilice con lo que nosotros presentamos hoy aquí. Es difícil de explicar que el camino de la reforma estatutaria, que nos puede permitir un nuevo marco para producir avances en nuestro sistema electoral, sea incompatible con bajar los topes electorales. Nosotros lo propusimos en la campaña electoral, ese debate lo abrimos nosotros en el debate de investidura de esta legislatura, y entonces el señor Soria, en representación del Partido Popular, dijo que sí, que ponía una condición: coste cero, y yo le respondí que por supuesto. El señor Rivero, en ese momento candidato, dijo que sí, y los socialistas lo tienen en su programa, en el proceso de participación no se dijo, pero lo tienen en el punto 55 del programa. De manera que después de llevarlo en nuestro programa, después de plantearlo en el debate de investidura, después de dirigirnos a los tres grupos de esta Cámara en dos ocasiones por escrito, buscando sentarnos sin condiciones para hablar de lo que es una demanda, de lo que es una necesidad, no tuvimos respuesta, nos hemos visto obligados a presentar en solitario una proposición de ley desde el Grupo Mixto, desde Nueva Canarias y desde el PIL, solo para pedir a esta Cámara su admisión a trámite con un mínimo, que es bajar los topes electorales al 5 %. Una reducción de topes que no quita nada a nadie; sencillamente incentiva la participación, incentiva la democracia. Puede permitir que gente que hoy no va a votar ni a PP ni a PSOE ni a Coalición Canaria ni a Nueva Canarias pueda sentarse en este hemiciclo, ¿por qué es malo para la democracia que pueda haber aquí voces distintas? Esa rebaja de topes sería un gesto, un paso, una oportunidad, una obligación en un momento tan crítico de la política como el que estamos viviendo.
Por eso hoy, en nombre no solo del Partido de Independientes de Lanzarote y Nueva Canarias, sino en nombre de muchos colectivos, hay 70 colectivos en Canarias que promueven un cambio en el sistema electoral... Hay intelectuales, organizaciones vecinales, hay profesores, hay gente que, desgraciadamente, en otros ámbitos tiene poca participación, inquietos con este tema; hay plataformas en favor de la necesidad de que en este Parlamento mejoremos nuestra regla democrática más básica, que es nuestro sistema electoral. Y por eso hoy, porque lo hemos hablado, en nombre de esos sectores sociales, en nombre de los partidos que estamos en el Grupo Mixto, en nombre del compromiso que aquí adquirimos en el debate de investidura, les pido que consideren esta propuesta, una propuesta para hablar, una propuesta de mínimos, una propuesta que puede ser modificada, enmendada y transformada. Desde que una norma es tomada en consideración en el pleno deja de ser del proponente y pasa a ser de todos. Y lo digo porque hemos escuchado, desgraciadamente, un "no" antes de este debate por parte de los que disponen aquí de la mayoría. Sinceramente, entrando en franca contradicción con lo que los partidos que lo sustentan han dicho y han hecho en esta propia Cámara.
Nosotros reclamamos, nosotros les pedimos a los diputados, a las diputadas, a los grupos parlamentarios, que consideren esta proposición de ley y que abramos un debate que, aunque no lleguemos a la conclusión deseada, es hoy una oportunidad para acercarnos a la ciudadanía, para que la gente sepa y crea que aquí también nos interesa abrir esta Cámara a más opciones, a más oportunidades, a más diversidad, a más pluralismo, a más participación. Nos equivocaríamos si consideramos esto un asunto solo nuestro. Nos equivocaríamos si creyésemos que el problema es solo de la crisis económica y social, que es donde debemos ocupar lo mejor de nuestros esfuerzos, la crisis es democrática. No hay futuro, no habrá una salida justa a esta crisis, no habrá desarrollo, convivencia y cohesión si la democracia no mejora, si la participación no es de más calidad. Ahora -y nosotros estamos de acuerdo-, este Parlamento tomó el otro día una decisión histórica, que es pedir por primera vez una consulta sobre un tema controvertido y polémico. Sería poco razonable, poco coherente, difícil de casar, pedir una consulta para un asunto de estas características, que nosotros apoyamos con entusiasmo, y negar el debate de un sistema electoral que tiene problemas en la distribución de los escaños, tiene problemas de proporcionalidad, pero tiene, de manera especial, problemas en las barreras, porque excluye, porque no facilita la participación, porque no la incentiva, porque hará que gente teniendo votos se quede fuera. Por eso, hoy en nombre de esos sectores sociales, en nombre de la necesidad de abortar la crisis democrática, les pedimos a los hombres y mujeres que hoy representan aquí al pueblo de Canarias que admitan a trámite esta iniciativa, que demos una oportunidad al debate, porque ahora es más necesario que nunca. Hasta ahora hemos fracasado, tenemos que ser autocríticos, yo el primero, hemos intentado introducir cambios, mejoras en el sistema electoral, por eso hemos aprendido de la historia, sabíamos que si vamos hacia una reforma compleja, no saldrá nada en esta legislatura; si ustedes no admiten a trámite esta iniciativa, ni habrá Estatuto ni habrá reforma electoral. De manera que les pedimos que demos una oportunidad a este debate, que escuchemos a la gente, que abramos caminos para ser más democrático y más plural este Parlamento.
Y les oferto...
El señor PRESIDENTE: Don Román, dos minutos para ir concluyendo, por favor.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Les oferto, y no es una idea nuestra, algo que circula por esas plataformas ciudadanas, y es la necesidad de un pacto también por la democracia. No saldremos bien de esta crisis si la gente no nos identifica como sus representantes, no saldremos de esta crisis si la gente no se siente partícipe de nuestros debates, si la gente no se identifica con nuestras prioridades, y, por eso, no solamente tenemos que combatir la crisis económica, la injusticia social, sino tenemos que hacer un pacto para mejorar las reglas de juego, la democracia, la participación, las consultas, más proporcionalidad, menos barreras. Y si no lo hiciéramos así, desde luego, nos estaremos equivocando.
Yo lamento que la decisión esté tomada, a juzgar por lo dicho en los medios de comunicación. Hay libertad absoluta aquí, mayores de edad todos, de decidir lo que cada uno considere, pero lo lamento porque la oportunidad de este debate nos parece una prioridad ahora más que nunca, siempre fue una necesidad, pero ahora es una prioridad absoluta.
Y nos parece poco razonable que no se dé esta oportunidad, sería la primera vez que una iniciativa de estas características -porque es la tercera vez que viene a este Parlamento- no se tomara en consideración. Las dos anteriores, las dos surgidas desde la Oposición, de la Agrupación Herreña Independiente y del Partido Socialista Canario, fueron admitidas a trámite por unanimidad, y ahora, cuando más necesarios son los cambios, cuando más necesaria es mejorar la democracia al parecer no vamos a tener esa oportunidad.
Solo acabo diciéndoles que nosotros somos un partido modesto, pequeño, aguerrido, con ganas, con pasión, con principios, con valores, y sí les digo una cuestión: estas son las cosas que nos pueden unir o separar, esta manera, el no entrar a estos debates, a nosotros nos condicionará. Y sé que a algunos no les importa esto, pero va a condicionar nuestras relaciones de futuro, porque cuando se habla de democracia se habla de principios y se habla de elementos decisivos para la convivencia.
Espero convencerles, señorías, y que tengan ustedes la oportunidad de debatir esto los próximos meses.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don Román Rodríguez, muchas gracias.
No consta en esta Presidencia que ningún grupo haya pedido un turno en contra, por lo tanto pasamos a turno de fijación de posiciones. Por el Grupo Socialista Canario, don Julio Cruz, tiene la palabra.
El señor CRUZ HERNÁNDEZ: Buenos días, señorías. Señor presidente.
Don Román, la verdad es que tengo que empezar -bueno, se ha ausentado en este momento-, tengo que empezar diciéndole al Grupo Mixto y a su portavoz que sean bienvenidos, bienvenidos a este debate de la reforma electoral, porque sus hechos y sus votos en esta Cámara no avalan esa posición, y por lo tanto que haya cambiado y que hoy se plantee aquí es bueno, es bueno, y debate va a haber, señoría, como empezó o como terminó don Román, debate va a haber, y va a haber mucho debate en la reforma electoral, porque el Grupo Socialista y el Grupo Nacionalista, conforme a nuestros acuerdos y conforme a nuestro pacto, hemos presentado una reforma del Estatuto de Autonomía, donde se incluye la reforma electoral como eje fundamental de la reforma.
Claro, señoría, es que estamos en la VIII Legislatura, ya no estamos en la V, y después me referiré a la V, estamos en la VIII Legislatura, y, don Román, usted lleva un día yo creo que a caballo por esa vega lagunera, y en su afán de combatir las huestes de izquierda, un rayo cegador, como a San Pablo o como a Santiago -no me acuerdo muy bien porque la memoria un poco me falla-, le dijo "a dónde vas, a dónde vas, y si quieres poner chinas, si quieres levantar una bandera, si quieres mi apoyo, renuncia a tus convencimientos, renuncia a lo que has votado en los últimos veinte años, y conviértete, y conviértete y yo te doy mi catecismo, mi propuesta electoral ya hecha".
Lo malo es que incluso en su afán y alegría por encontrar la doctrina verdadera, don Román, usted la copia mal, porque mire, el Partido Socialista siempre ha estado por la reforma electoral; es más, siempre lo hemos traído aquí.
El sistema electoral, señorías, no se le escapa a nadie que no es neutro, no solo afecta al cuerpo político y a la representación, afecta también a la capacidad de los ciudadanos para decidir, para intervenir en el devenir político, económico, social, territorial de la comunidad de la que forma parte.
Y nos parece una muy buena noticia porque desde la reforma del Estatuto del año 96 hemos estado el Grupo Socialista y el Partido Socialista predicando en el desierto sobre este asunto, incluso con el voto en contra de algunos de los que hoy se arrogan esta iniciativa. Y creo firmemente en el arraigo de esta idea en la sociedad canaria ha contribuido de una manera fundamental el Partido Socialista, porque, señorías, tengan claro que el Partido Socialista no está cómodo, no le gusta el actual sistema electoral y queremos reformarlo, lo queremos hacer, pero por una vía distinta a la de la proposición de ley que hoy se presenta. No significa ello que avalemos todas las distorsiones y menoscabo de la legitimidad que el actual sistema comporta. Y digo esto porque algunos y algunas les faltará tiempo para decir que el Partido Socialista no quiere bajar los topes electorales, al contrario, queremos bajar los topes electorales, queremos una reforma electoral, pero no esta que usted plantea. Y en este, como en el resto de asuntos, anteponemos los intereses de los ciudadanos a los del partido que representamos, nos mueve el interés general, el interés público y no el interés partidista.
El Partido Socialista no quiere convertir el sistema electoral en un motivo de enfrentamiento político, al contrario, queremos que sea objeto de consenso, de entendimiento, y vamos a tener en esta Cámara esa oportunidad de debatir mucho sobre el sistema electoral. Ahora bien, lo que no estamos dispuestos a tolerar es que algunos pretendan enarbolar la bandera de defensores de la democracia y de la reforma electoral para agredir al Partido Socialista, es más, somos los únicos de los que estamos aquí hoy sentados que nos opusimos a los topes actuales, los únicos.
Señorías, para que no quede dudas, a las elecciones de mayo del 2011, que son las que nos traen y nos trajeron a esta Cámara, el Partido Socialista concurrió con un programa electoral aprobado por más del 80 % de su comité regional y decía en uno de sus apartados: los socialistas tenemos una radiografía exhaustiva de los desajustes del sistema institucional de Canarias y de la perversidad e injusticia del sistema electoral de nuestra comunidad autónoma, por eso planteamos la vinculación de la reforma del Estatuto de Autonomía con la reforma electoral. Seguíamos diciendo en nuestro programa electoral que nuestra apuesta consiste en introducir en la vida política de las islas un mayor grado de pluralismo político y más democracia, auspiciando una mayor participación de los ciudadanos y ciudadanas en los asuntos públicos; propugnamos una reforma que crea la circunscripción electoral autonómica junto con las circunscripciones insulares como instrumento de cohesión y el reforzamiento de Canarias como comunidad política única; propugnaremos, literalmente, una reducción significativa de las barreras electorales, y lo hemos planteado, señorías: hoy está ya en esta Cámara una propuesta de ley en tramitación, en trámite en esta Cámara, que pretende bajar y reducir los topes electorales al 15 % insular, y al 3 % regional.
Y, señorías, don Román, si usted quiere leer el apartado 407, léase el artículo 37 de esa propuesta, que calca exactamente la propuesta del Partido Socialista.
Pero fijada la propuesta y la posición del Partido Socialista analicemos la proposición de ley. Desde el punto de vista formal, analizando la propuesta del Grupo Mixto debemos decir que es una proposición de ley técnicamente, señorías, muy deficiente por cuanto no dice la norma que modifica, en realidad y en sentido literal no modifica la disposición transitoria del Estatuto de Autonomía, no dice lo que deroga, no dice cuándo entra en vigor, es que usted, señor Román, cuando copia, como le dije inicialmente, además copia mal, porque, señorías, el Partido Socialista no está para parchear el sistema electoral, nosotros tenemos una propuesta global que sigue su curso parlamentario. Y la primera barrera del sistema electoral canario para nosotros no son los topes insulares y regionales para conseguir una representación parlamentaria, el primer obstáculo que hay que salvar es el de la circunscripción electoral. Tras treinta años de experiencia podemos afirmar que la triple paridad no ha supuesto desequilibrios de una isla a otra, al contrario, ha logrado abordar desde el conjunto problemas que antes de la promulgación del Estatuto parecían irresolubles, pero, transcurrido este tiempo y desde hace más ya de quince años, en el Partido Socialista creemos que hay que dar un paso más, que hay que profundizar en la vocación regional, no solo el Gobierno sino también el propio Parlamento que lo designe. Es por ello que este Parlamento debe ser un fiel reflejo de las ciudadanas y ciudadanos a quienes representamos. Canarias, con mayúscula, además de chicharreros, de chicharreras, de canarios o canarias, de gomeros o gomeras..., es algo más, no son territorios, no son siete islas, está formado por personas, por canarios y canarias y el Partido Socialista quiere que los ciudadanos de esta tierra voten no solo por lo que quieren para su isla, sino también lo que quieren para su región, para su comunidad: queremos partidos que se presenten en toda Canarias, que tengan un proyecto común para toda Canarias. Y en este sentido, señoría, el Partido Socialista no está por la supresión de la barrera regional. Nuestra ya posición histórica es que esta barrera regional es y debe ser la norma general corregida con la barrera insular. La barrera regional no es un mecanismo de restricción para facilitar la configuración de apoyos parlamentarios, está para garantizar la estabilidad de los gobiernos, además, obliga y refuerza el hecho regional en los partidos políticos como expresión del pluralismo político y actúa como instrumento fundamental en la formación de la manifestación de la voluntad popular -artículo 6 de la Constitución española-. Queremos partidos regionalistas, partidos que se presenten en toda Canarias. Para eso, para esa cohesión territorial del pueblo canario, para la existencia y potenciación de nuestro acervo cultural, político, social, institucional, como canario, es fundamental que canarios y canarias, que todos tengamos los mismos derechos, los mismos servicios públicos, vivamos donde vivamos de las ocho islas. Y, señorías, les decía que Canarias es algo más, es mucho más que siete islas, es un proyecto común. Es necesario que existan partidos que representen y se presenten en todas las islas, que tengan representación en todas las islas, que tengan propuestas iguales y acción política para todos los canarios y todas las canarias; y a eso contribuye de una forma directa los topes regionales o la barrera regional, como lo queramos llamar, de acceso al Parlamento.
Pero nosotros queremos también seguir avanzando. Y queremos avanzar en la necesidad de tener una Canarias con una circunscripción regional. Cuando lleguen las elecciones, señoría, todos los partidos coincidimos en que queremos lo mejor para Canarias, pero la vocación regional no puede seguir siendo como hasta ahora una vocación o una cuestión de voluntad política, precisa el respaldo de la acción legislativa, y de ahí nuestra propuesta de crear una lista regional que conviva con las actuales circunscripciones insulares, una lista en la que el conjunto de canarios y canarias tengan la posibilidad de pronunciarse sobre el candidato o candidata a la Presidencia del Gobierno si así los partidos lo deciden.
Es por ello, señor Rodríguez, que en esa experiencia comparada que usted señala en su propuesta, igual que en el Parlamento Europeo vamos a elegir entre todos a la cabeza de quien va a presidir la Comisión Europea, con la bajada de topes electorales ahora va usted en contra de sus propias decisiones históricas. Porque algunos podrían pensar que esta posición suya de hoy obedece a intereses exclusivamente electorales de su formación política y no al interés que usted dice representar. Pero es que analicemos cuál es la propuesta, por qué nosotros vamos a decir que no a esta reforma, porque tenemos, primero, obligatoriamente, que modificar el Estatuto de Autonomía conforme al artículo 9 para tener esa circunscripción regional.
Y usted ha hecho aquí una alusión a la historia, y se ha referido al año 2000, y yo quiero centrarme en el año 2000, porque usted en ese año ocupaba una posición dominante en esta sala, una posición muy dominante en esta sala, era nada más y nada menos que el presidente del Gobierno de Canarias, ¡nada más y nada menos!
Pero mire, usted aquí ha dicho que se habló o se discutió, pero usted fue uno de los artífices de que no saliera nada porque usted era el presidente del Gobierno. Sí salió algo, porque el Grupo herreño independiente, el Grupo Mixto, presentó la propuesta que bajaba los topes, hicimos una comisión, se estudió durante mucho tiempo, nosotros hicimos una propuesta del 15 y el 3 %, y usted votó en contra. Usted votó en contra como presidente del Gobierno de Canarias. Es más, en el año 2000 se debatió -en el 2000, 2001, 2002, 2003- pero -y este es un dato muy importante de don Román- la única ley que ha sido aprobada en este Parlamento sobre el sistema electoral canario fue promulgada por usted como presidente del Gobierno de Canarias, y contó con su apoyo, y en esa ley se prohibió y se impidió que las barreras del 30 % insulares y del 6 % regional se bajaran al 3 -enmiendas 56 y 57 del Grupo Socialista, enmiendas del Grupo Mixto de que suprimiera la barrera regional y solo decía la barrera insular-. Por lo tanto, no venga aquí a rasgarse las vestiduras y a plantear que usted viene aquí de adalid de la democracia y de la garantía porque usted tuvo un sitio especial, un sitio clave, era el presidente del Gobierno de Canarias. Por cierto, el debate aquel se tuvo que traer por la Agrupación Herreña Independiente porque usted en su afán les dijo el día del debate de investidura -hoy lo recordé cuando usted hablaba del debate de investidura-, a usted se lo propuso, usted dijo que sí, y dos años después se olvidó y su Gobierno nunca presentó ninguna propuesta en esta Cámara.
Por lo tanto, la historia es la que es, la historia dice que es necesaria una reforma electoral, el Partido Socialista dice que es necesaria la reforma electoral, y la hemos propuesto siempre. No hemos estado de acuerdo nunca, de todas sus señorías el Grupo Socialista es el único partido que se ha opuesto siempre a esas barreras, el que se ha opuesto siempre al 30 %, los que nos hemos opuesto siempre al 6 %, y decimos que es necesario bajar esas barreras, decimos que es necesaria la reforma electoral, decimos desde hace muchísimo tiempo que es necesaria una circunscripción regional en Canarias, porque Canarias es algo más, es un proyecto común, y nosotros queremos que todos se presenten, que todos los partidos tengamos un proyecto común, independientemente de las especificidades que pueda tener un territorio insular o una fuerza política insular concreta. Pero las fuerzas políticas insulares no pueden definir lo que es Canarias. Canarias es algo más, y nosotros aspiramos a que esa sea la actuación legislativa y el sistema electoral a implantar en Canarias.
Por todo ello, don Román, le quiero decir que admitimos la bondad de su propuesta. Admitimos, como no podía ser de otra manera, que usted no comparta la nuestra. Ahora, lo que no le vamos a tolerar ni una sola vez más es que diga que el Partido Socialista se saca de la manga una reforma del Estatuto para no acometer una reforma del sistema electoral canario, porque el actual no lleva el sello del Partido Socialista. Y le puedo asegurar que el Partido Socialista ha estado en esta Cámara mucho tiempo, desde siempre, y con representación, excepto una legislatura, en las siete islas, y hemos articulado Canarias y seguimos articulando Canarias. Creemos en Canarias, creemos en que todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y las mismas...
El señor PRESIDENTE: Sí, dos minutos, don Julio.
El señor CRUZ HERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.
Y tienen también derecho a tener los mismos servicios públicos. Y tenemos que tener una misma representación.
Pero su propuesta, esta del 5 %, mire, puede significar que 40.000 votos también se queden sin ninguna representación. El 5 o el 4,9 % de Gran Canaria, de Tenerife, usted súmelo, puede significar que 40 o 50.000 votos se queden sin representación. Por lo tanto, ¿de qué estamos hablando? El sistema electoral no es baladí. El sistema electoral tiene una repercusión clara, y cuando usted hace una propuesta tiene una repercusión y tiene un objetivo claro.
Ahora, le digo, bienvenido a la discusión de la reforma electoral. Y me alegro que ese rayo cegador de la vega lagunera le haya cambiado su propuesta y que ahora esté usted a favor de una reforma electoral, esté usted a favor porque los topes electorales ya no tienen que ser del 30 y del 6 %, sino que los ciudadanos tienen que estar mejor representados en Canarias, y de que usted vaya a trabajar con nosotros en que el Estatuto de Autonomía de Canarias, y la reforma electoral que lleva implícita, sea sacado de aquí con un amplio consenso, lo defendamos en Madrid y tengamos un estatuto de autonomía y una ley electoral que es la que interesa a los ciudadanos de Canarias.
Gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don Julio Cruz.
Dígame, don Román, dígame.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ (Desde su escaño): Señor presidente, inexactitudes e imprecisiones reiteradas. Y quisiera aclararlas.
El señor PRESIDENTE: Sí, mire, yo creo que lo que vamos a hacer es que al final, ya veré cómo van las cosas, le damos un turno para...
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ (Desde su escaño): Perfecto.
El señor PRESIDENTE: Muy bien.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ (Desde su escaño): Perfecto.
El señor PRESIDENTE: Pues no vamos cada vez que hay un portavoz..., porque seguramente va a haber muchas contradicciones.
Grupo Nacionalista Canario, don José Miguel Ruano.
Lógicamente -perdone, don José Miguel-, lógicamente, si se reabre el debate hablarían todos los grupos, evidentemente, pero ya veremos cómo marcha el debate. En principio, no hay más intervenciones previstas que las que están. Pero, en fin, ya ha habido una petición de palabra y la consideraremos al final.
Don José Miguel Ruano. Muchas gracias.
El señor RUANO LEÓN: Muchas gracias, señor presidente. Señorías.
Comenzaba su intervención el portavoz del Grupo Mixto, don Román Rodríguez, refiriéndose a un tema realmente preocupante, la incidencia de esta crisis económica en la democracia representativa, en el valor de la política, en el vínculo de los representantes con sus representados.
Y establecía esa reflexión, que puedo decir en nombre de mi grupo que compartimos íntegramente, para después llegar a un corolario que no tiene absolutamente nada que ver, nada que ver, con esa introducción. Su propuesta final es totalmente ajena, incongruente, con la parte expositiva que tiene en su proposición de ley, e intentaré aclararla en mi intervención.
Señorías, un sistema electoral se integra por tres elementos: el voto, la fórmula electoral o sistema en sentido estricto, y la circunscripción o distrito electoral.
En palabras de Dieter Nohlen, un experto en la materia, catedrático de ciencia política de la Universidad de Heidelberg, la combinación de los factores -el voto, la fórmula electoral, la circunscripción-, es la que debe adecuarse a las demandas de la sociedad a la que sirve, y debe fijar un marco de estabilidad parlamentaria que refleje el pluralismo político y social.
Es necesaria esta aclaración teórica inicial para intentar ver de qué manera adecuamos el sistema electoral a la sociedad a la que representamos. Si el sistema que tenemos es válido, si es perfectible -lo es-, si tenemos que modificarlo, y, en caso de que tengamos que modificarlo, cuál es el sentido de la modificación, porque posiblemente todos los intervinientes en esta mañana podamos estar de acuerdo en que hay que modificar el sistema electoral, pero cuestión distinta es cuál es la modificación que se propone, porque eso, además, responde a intereses diversos, entre los cuales, lógicamente, Nueva Canarias y el Partido de Independientes de Lanzarote tienen los suyos.
Bien, la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias en el 96 modificó levemente el sistema electoral, trasladando del cuerpo estatutario las barreras electorales a la disposición transitoria, trasladándola, a pesar de lo que dice la proposición de ley, las barreras electorales en el Estatuto inicial estaban dentro del Estatuto y la modificación del 96 la pasa a la transitoria; y elevando del 3 inicial al 6 % la autonómica y del 20 al 30 la insular. Tal modificación ha sido contestada tanto por algunas fuerzas políticas como por algunas organizaciones sociales, si bien por razones dispares; desde posiciones insularistas, porque ven en tal medida una discriminación hacia aquellas fuerzas que no se aglutinen en torno a formaciones ya consolidadas en el conjunto de la comunidad, o en todo caso coaligadas entre sí, y desde opciones minoritarias pero de cierta implantación en las islas capitalinas, porque les dificulta el acceso al Parlamento con el aumento de la barrera autonómica.
Señorías, Coalición Canaria, la principal organización política de mi grupo -el CCN tiene una posición diferente- entiende que es necesaria una reforma electoral que se adapta a la realidad demográfica actual y siga respetando el valor de la isla en un conjunto único: el archipiélago. La reforma del sistema electoral canario no puede quedarse en la simple alteración de este o aquel aspecto del sistema, en absoluto. Todo sistema electoral responde a una concepción de la organización política sobre la que se aplica; por ello, hemos de empezar por consensuar un modelo político organizativo para Canarias sobre el cual poder aplicar un sistema electoral. Un modelo político organizativo es el que representa un solo pueblo dispersado en siete territorios insulares. La historia de Canarias está repleta de intentos de construir, desde luego, bajo concepciones ideológico-políticas radicalmente distintas a las actuales, un sistema que diese respuesta a la problemática planteada por la existencia de poderes, de organizaciones sociales diversas en sus diferentes islas, de tal manera que en la historia podemos hablar del pleito insular entre las islas mayores, y estas y las restantes; podemos hablar de cómo se pretendió solucionar este asunto con la propia creación de los cabildos insulares en 1912; podemos hablar de la división provincial en 1927; y acabamos con el Estatuto del año 1982. Lamentablemente, ninguno de los modelos ha resultado idóneo, sin duda, pero es la autonomía dentro del Estado español y el equilibrio y solidaridad entre las islas la que ha sustentado la triple paridad electoral, la que ha dado los mayores niveles de bienestar y desarrollo al archipiélago.
Así que la cuestión de la reforma, treinta años después y con medio millón de habitantes adicional, no es fácil de resolver. Tampoco se encuentran muchos ejemplos en nuestro entorno que sirvan de guía: organizar una comunidad política sentada sobre siete islas, a su vez configuradas como entes públicos, dotada de órganos de gobierno insulares, los cabildos, y cuya población se distribuye en un 83 % entre las dos islas centrales y el resto, el 17 % de la población, en las otras cinco islas, con diferencias, a su vez: con dos islas muy pequeñas en relación con las otras islas de tamaño mediano en cuanto a su población.
Por tanto, la presencia de dos representatividades, la poblacional y la territorial, condicionan a la hora de buscar un modelo organizativo y electoral que armonice el pueblo con el territorio para construir una Canarias con garantías de éxito y que respete al sujeto político -el sujeto político, el pueblo canario-, así como el hecho insular y el archipiélago, el territorio como parte del todo. Obviar alguno de estos criterios o primar uno en favor de otro supondría otro desequilibrio tal que el remedio sería peor que el problema que tenemos que resolver.
Esa triple paridad, como se sabe, se basa en un equilibrio entre escaños a elegir por las islas mayores -15 y 15 entre estas- y las llamadas menores -30/30- y entre las dos provincias en las que se dividiría Canarias en el momento de aprobar el Estatuto; la provincia sigue siendo una unidad en la división territorial del Estado, pero no existe en nuestra organización política como archipiélago. Acabar con ese equilibrio debería suponer la búsqueda de otro modelo donde ambas representatividades -la isla y el archipiélago- estuvieran presentes en la toma de decisiones de la comunidad autónoma como sujeto político. Así, el sistema electoral canario se encuentra a medio camino entre la organización territorial y la unitaria, pues en una sola cámara representativa se conjugan elementos poblacionales y territoriales, siete circunscripciones-islas con desigual número de escaños a elegir en cada una en función de su población, pero ciertamente con una proporcionalidad desigual.
El sistema electoral vasco es aun más extremo, pues se elige el mismo número de diputados por las tres circunscripciones, con grandes desigualdades poblacionales, desigualdades que van de 4 a 1 en el caso del territorio histórico de Vizcaya respecto al territorio de Álava. Para ellos, el concepto es territorio histórico; para nosotros, es la isla. En ese marco, en una sola cámara legislativa se conjugan ambos criterios con preponderancia del territorial respecto del poblacional; un sistema, desde luego, mucho más desigual respecto a la proporcionalidad que el nuestro. El problema del sistema electoral a aplicar se circunscribe al modelo político organizativo que creemos más conveniente para Canarias. El Partido Socialista -ya lo ha manifestado su portavoz en este debate, el señor Cruz- tiene un modelo, el Partido Popular tiene un modelo, y nosotros tenemos otro modelo. Y lo que hasta el momento usted nos manifiesta es que tiene un modelo que no consuma, porque su proposición de ley se queda solo con el tema de la barrera, y, sin embargo, en la parte expositiva habla de la desigualdad poblacional, y no realiza ninguna propuesta, ahora veremos por qué.
Cambiar sin más el sistema electoral sin profundizar en el modelo organizativo territorial sería desequilibrar Canarias en beneficio de las islas más pobladas y en detrimento de las llamadas periféricas, que no se sentirían lo suficientemente representadas en el Parlamento canario. Y ese es el principal defecto de la proposición de ley presentada, que pretende fijar un nuevo sistema electoral estableciendo una única barrera electoral del 5 % insular, modelo que se vincula a partidos cuyo proyecto político es estrictamente insular, Nueva Canarias o el Partido de Independientes de Lanzarote.
No obstante, en un ejercicio de falta de congruencia, en la exposición de motivos se refieren a la falta de proporcionalidad del sistema electoral canario, pero en la propuesta de modificación no proponen una distribución de escaños, ¿no será que no tiene ninguna? ¿O que no concitó acuerdo en el Grupo Mixto subir los escaños a las islas capitalinas en perjuicio de las islas no capitalinas? Porque, ¿alguien quiere plantear el aumento de escaños en la Cámara en este momento? Si no se aumenta el número de escaños en la Cámara, ¿cómo va a mejorar la proporcionalidad?
Mire, vamos a un ejemplo, es fácil, intentaré hacerlo, aunque tengo el tiempo que tengo. Piensen en la imposición que establece el artículo 152 de la Constitución española respecto a la necesidad de la representación del territorio, otorguemos a cada isla un mínimo de dos escaños, un mínimo, podría ser menor, en cuyo caso subiría más la representación de las islas grandes. Si damos un mínimo de dos escaños por isla tenemos 46 escaños a distribuir, 14 ya están distribuidos, luego, de 2.100.000 habitantes los distribuimos entre 46 escaños, y el resultado final, con un cociente, exactamente, de 45.652 votos necesarios para obtener aproximadamente un escaño, Lanzarote tendría 5 escaños, Fuerteventura 4, Gran Canaria 21, Tenerife 22, La Gomera 2, La Palma 4 y El Hierro 2. Este sería el resultado si aplicáramos lo que usted tiene en la parte expositiva, y que no se atrevió a proponer en la parte dispositiva, naturalmente.
Dicho esto, podíamos llegar también a hablar de las barreras electorales. Las barreras electorales, que también se llaman cláusulas de exclusión o límites mayoritarios, porque las barreras electorales en Canarias son muy altas y hay que rebajarlas, en eso estamos de acuerdo. Es lo que creemos desde Coalición Canaria, sobre la base de que la discusión debe dar como resultado -insisto en este asunto-, el resultado debe ser el modelo político organizativo de Canarias, la isla y el archipiélago, sobre la base de los principios de equilibrio y solidaridad.
Pero se dicen muchas cosas imprecisas o falsas cuando se habla del alcance de las barreras y su afectación a la proporcionalidad del sistema. En fin, yo creo que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre nuestro sistema electoral, la Sentencia 225 del 98, resolvió algunas cuestiones que es importante destacar.
Dice el Tribunal Constitucional, textualmente: "solo a partir de los anteriores presupuestos es posible examinar la constitucionalidad de las nuevas barreras electorales establecidas en el precepto recurrido, barreras o cláusulas de exclusión en el caso de la comunidad autónoma no tienen por exclusivo objeto restringir los efectos proporcionales de la fórmula electoral utilizada en beneficio de otros criterios favorables a la gobernabilidad de la comunidad autónoma, como pueden ser evitar la excesiva fragmentación política de la Cámara autonómica o favorecer la estabilidad gubernamental, en rigor a esa finalidad responde únicamente la llamada 'barrera regional', ahora situada en el 6 % de los votos", y continúa la sentencia diciendo: "asegurar la presencia de fuerzas políticas mayoritarias en la circunscripción, pero minoritarias en el conjunto de la comunidad autónoma, es el fin de la barrera insular". O sea, que la barrera insular para lo que está es para promover que fuerzas, no siendo importantes en el ámbito canario, puedan serlo en su ámbito insular, y por lo tanto puedan estar representadas dentro de la Cámara autonómica. Este es el sentido, y así lo dice con certeza el Tribunal Constitucional en su sentencia.
Dicho lo anterior, creemos, no obstante, que es mejor el modelo de barreras del 82 que el que establecimos en el 96. Hoy, creemos que es mejor el modelo del 82 que el que establecimos en el 96, y de ahí que nosotros en nuestra propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias hayamos formalizado uno menos rígido incluso que aquel, proponiendo un 3 % para el archipiélago y un 15 % insular.
La distribución por escaños entre islas se deja a la decisión legal posterior aprobada por mayoría de tres quintos, así como la determinación de las circunscripciones, que es donde se mide el cómputo del voto.
En definitiva, un modelo político organizativo de Canarias, señorías, isla y archipiélago, sobre la base de los principios de equilibrio y solidaridad. La conformación actual del sistema electoral es perfectible, pero necesitamos cambiar el marco estatutario y llegar a un nivel de acuerdos suficiente para hacerlo posteriormente mediante ley.
Acabo, señor presidente, señorías, con la invitación del señor Rodríguez en torno a una reflexión que ha realizado de forma elíptica quizás, pero, en fin, que...
El señor PRESIDENTE: Don José Miguel, dos minutos, usted dijo que iba a terminar, pero que sepa que tiene dos minutos.
El señor RUANO LEÓN: ...una invitación que nosotros entendemos para hablar del nacionalismo canario y cuál es la expresión política del nacionalismo canario. El proceso de conformación del nacionalismo reciente, por hablar del nacionalismo reciente y no remontarnos al pasado, habla de un proceso del cual usted formó parte con nosotros, con muchas de las personas que se sientan en esos escaños, las puertas cuando se quieren abrir se producen en un sentido amplio, con una voluntad real, porque el nacionalismo canario y su expresión política tienen que diferenciar tres elementos: el Estado, del que formamos parte, la nación que somos; y la isla en la que vivimos. Cuando usted alcance a proyectar su proyecto, valga la redundancia, en la nación que somos, estaremos en condiciones de volver a la misma casa.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don José Miguel Ruano.
Grupo Parlamentario Popular, don Manuel Fernández González.
El señor FERNÁNDEZ GONZÁLEZ: Señorías. Señor presidente.
Seguimos en la rueda de la reforma electoral desde el primer día que se habló de autonomía, se habló del tema electoral de Canarias y ha habido unas peleas impresionantes dentro del seno de los partidos políticos, no faltó sino que hubiera sangre, las peleas fueron durísimas desde el primer día, desde antes de la Constitución, desde la Asamblea de Canarias, cuando se había hecho una distribución de diputados: 15 por Tenerife, 8 por Lanzarote, 7 por Fuerteventura, 8 por La Palma, 7 por La Gomera, que tenía los mismos habitantes casi en ese entorno que Fuerteventura y Lanzarote, y 4 por El Hierro, pero alguien dijo: "un momento, no, qué va, qué va, esto no lo podemos aceptar, cómo es que la provincia occidental tiene cuatro diputados más que la provincia oriental, de ninguna manera, no hay acuerdo, no hay acuerdo estatutario", eso fue lo que pasó. Y hubo luchas, se desarrollaron todos los estatutos nacionales menos el canario. Al final se tuvieron que sentar todos los diputados, teníamos que buscar una solución y alguien dijo: "bueno, vamos a renunciar los cuatro diputados que nos corresponde de más, por tener una isla más la provincia occidental, pero que la sede del Parlamento de Canarias esté en la provincia occidental, en Santa Cruz de Tenerife", esa es la historia de por qué está aquí este Parlamento. Bueno, eso es un mal menor, pero entonces, como contrapartida, que la Delegación del Gobierno, cosa que no es estatutaria, se pusiese en la provincia de Las Palmas de Gran Canaria, esa es la historia. Pero ahí no terminó la cosa, ahí no terminó, la lucha vino después dentro del reparto: La Gomera con 4 y El Hierro con 3, pero, claro, La Gomera tenía casi los mismos habitantes que... 20.000 y Fuerteventura tenía 30.000 en aquella época, ¿cómo una 7 y otra 4, tanta diferencia? Sin embargo, hubo muy poca diferencia después entre Lanzarote y Fuerteventura también con muy pocos habitantes más, porque estamos hablando del año 79, 78, o por ahí, del 79-80, esa era la realidad.
Bueno, pero consideramos, señor Román, que, una vez más, nosotros vamos a apoyar, vamos a votar a favor de la toma en consideración de la reforma electoral, pero no lo que usted dice, no lo que usted pone en la reforma electoral, y explicaré por qué, aunque sí es necesario hacer la reforma electoral, todos somos conscientes, y el PP siempre ha tenido la misma idea, y el problema de las elecciones en Canarias no ha sido ni es... Y estamos dando círculos continuamente como los gatos comiéndose el rabo, y no rompemos el círculo, porque todos hablamos de los topes inconstitucionales, topes antidemocráticos, mentira, no son topes antidemocráticos, en absoluto, como lo demostraré también ahora. El tema es que nadie quiere asumir que lo que existe es lo que usted mismo pone en su exposición de motivos, que habla de un gran déficit poblacional, el 85 % de los canarios tiene 30 diputados de representantes y el 15 % de los canarios tiene también 30 diputados. Y aquí vienen los grandes conflictos, vienen los grandes conflictos.
Vamos a ver, nosotros estamos, y lo abordaré después, en la postura de la reforma electoral, de sentarnos sin propuestas previas ni discutidos en un pleno que no se pueden discutir, hay que sentarse, hay que ver los pro y los contras y hay que hacer concesiones, todos. Si no hacemos concesiones, olvidémoslo, marchémonos de aquí y olvidémonos la reforma electoral. Hay que hacer concesiones, si no hay concesiones no habrá reforma electoral, de ninguna de las maneras, y se lo puedo decir.
Miren, ¿fórmulas de reforma electoral? Les voy a decir por lo menos cinco, que se han planteado ya, como la de hoy: una fórmula es un solo tope insular -, ya lo ha planteado-; otra fórmula es un solo tope pero regional -también ha sido planteado incluso por las mismas fuerzas políticas en otros tiempos-; otra fórmula es una representación fija por isla más una lista regional; otra fórmula es una representación proporcional por isla más una lista regional; y otra fórmula es una proporción adecuada poblacional y bajar los topes, incluso puede haber un solo tope, y bajar los topes. ¿Quieren bajar los topes? Hagamos una reforma de planteamiento poblacional, de representación poblacional adecuada y bajemos los topes, pero sentémonos entonces a ver cuáles son los problemas y cuáles son las sesiones que tienen que hacer todas las fuerzas políticas. Y aquí no vengamos con cuestiones de representación en democracia y tal y cual.
Mire, señor Román, habla usted, en la propia exposición, de que, bueno, poco más o menos que hay una doble barrera de acceso al Parlamento, los que están de fuera, los que lo ven, hombre, no es posible... En Canarias para acceder el Parlamento hay que saltar dos veces la barrera, no hombre, no, es que el que no puede saltar la barrera alta salta la barrera baja. Esa es una facilidad para acceder al Parlamento, ¿y sabe usted por qué surgió?, porque cuando se hizo el primer Estatuto de Autonomía la barrera que se puso fue solamente del 3 %, por eso a veces hay que saber historia y a veces no olvidarla, el 3 % regional, y todo el mundo conforme, hasta que vino Asamblea Majorera diciendo: "oigan, miren, es que yo estoy aquí y con el 3 % regional nosotros nos quedaríamos fuera, y ya que estamos todos en ese consenso, pues vamos a buscar una fórmula para que yo también pueda entrar en el Parlamento", solamente Asamblea Majorera. "Hombre, aquí somos todos amigos y buenos, mira para que tú entres al Parlamento a ti te damos la opción, la facilidad, el privilegio, de que con el 20 % de los votos de tu isla puedas entrar al Parlamento". Y esa fue la fórmula: 3 % y 20 %. Fue acceder, no fue una barrera. ¿Cuáles fueron las consecuencias? Que el primero, el segundo y tercer parlamento esto era una jaula de grillos: nueve grupos políticos. ¿Y sabe lo que pasaba? Votos de censura, buscando diputados en Madrid en los hoteles para que vinieran a votar porque les faltaba un voto para sacar un voto de censura; buscando por todos lados; llevando aviones... Eso pasaba en este Parlamento, y a ver quién se llevaba el voto 31 para sacar leyes adelante que iban contra la mayoría de los canarios, como, por ejemplo, la Ley de Aguas, o la Opción Dos de incorporación a la Comunidad Económica Europea, que también se manejó, y algunas otras leyes que iban en contra de los intereses generales de Canarias, precisamente por esa atomización. Y cuando había nueve grupos y alguien quería gobernar, pues, "yo con uno solo no puedo gobernar, ni con dos, ni con tres, tengo que convencer a cuatro grupos políticos para poder gobernar". Y los otros: "¿tú quieres votar conmigo?, pues yo quiero la carretera de Valverde", y el otro "yo quiero el túnel de La Gomera", y el otro "yo quiero...". Y así era cómo se gobernaba aquí. Entonces las fuerzas políticas reaccionamos: no puede ser, hay que poner tope, hay que poner tope. ¿Quieren los topes?, ¿seguimos con la misma representación en las islas? Pero entonces tenemos que decir que los que acudan al Parlamento tengan una cierta entidad regional, como aquí ya se ha dicho, pero, al mismo tiempo, si no la tiene, que tenga una fuerte incidencia insular para tener representatividad en el Parlamento, no como usted ha hecho, señor Román, con esta propuesta, que lo que significa es que con el 5 % solamente del tope insular puede ser que no solamente nueve fuerzas políticas puedan entrar al Parlamento, sino que puede haber hasta quince. Sí, puede haber hasta quince. Porque claro, la opción de una isla con pocos votos -digo- y con muchos diputados, puede hacer salir muchas fuerzas políticas en esa proporción. Ese es el problema, ese es el problema.
Mire, señor Román, usted habló perfectamente en su exposición de motivos del problema que yo hablé antes, pero, sin embargo, en el problema que hablé con respecto al tema de la proporcionalidad, del 85 % y el 15 % de la población y el mismo número de diputados, pero, sin embargo, en su propuesta de reforma no se habla para nada de ello. Lo elude: "no quiero entrar", pero seamos sinceros...
Pero, es más, señor Román, usted en octubre de 2012 firmó con 70 colectivos -más colectivos que habitantes en Canarias-, 70 colectivos, aquí ahora hay colectivos por todos lados, y su fuerza política era una de ellas, ¿sabe?, y usted firmó. ¿Y sabe lo que pedía ese colectivo?, tres puntos, y usted no los plantea tampoco, y eso que usted ha representado esos colectivos. Los tres puntos son: mejora de la representación poblacional, okey; segundo, reducción de las barreras, okey; y tercero, excluir la triple paridad, ¡ah!, ¡a ver quién le pone el cascabel al gato!, y usted no se atreve, ni lo plantea, ahí está la clave.
Por lo tanto, yo creo que esto es un debate estéril porque no hay voluntad política sincera, no existe voluntad política sincera de dar una respuesta clara, proporcional, a los canarios, y como no existe, esto es un debate estéril. La gente de la calle seguirá sin entender, porque solamente entiende que hay un tope de un 30 %. Eso es inadmisible en ninguna parte del mundo... No, pero, mire usted, es que ese 30 % se puso para que entraran los pequeños, pero los pequeños con cierta entidad, no los pequeños pequeñitos, no para que viniera un señor con cuatro votos aquí a disponer en este Parlamento lo que conviene a Canarias, no. Eso no es la representación -digamos- democrática; eso es la imposición de minorías que no tienen representación poblacional suficiente para obtener votos suficientes para entrar en el Parlamento. Por lo tanto, claro, cuando se traduce esto a la gente que no entiende el tema, existe el problema, la dicotomía de que aquí, este es un Parlamento poco democrático. No, este es un Parlamento perfectamente democrático.
¿Que no está debidamente representada la población? Convencidos desde el primer día, desde el primer día. ¿Y quién me dice de lo contrario de los que están aquí presentes? ¿Quién?, que levante la mano. Y si ninguno y todos estamos conformes con eso, sentémonos y a ver qué solución buscamos. A ver. Y que aquí no vengamos con fantasías, con fantasías, de que "yo quiero..." y de que "soy más democrático que nadie".
Señor Julio, que usted hablaba y estamos hoy de acuerdo con lo que usted ha planteado aquí, cabe, si podíamos hablar, en torno a un 70 u 80 %. Pero no estoy de acuerdo en que usted, como disculpa, diga: "yo me sacudo de aquí, yo quiero hacer la reforma electoral pero junto con el Estatuto de Autonomía". ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Pueden ir por separado, señor Julio, sin problema. Evidentemente, hay una parte que sí habría que reformar, puede ser una reforma puntual, que se hace en dos minutos o tres, o tres días o tres meses, que es la reforma de la circunscripción regional, si se opta por esa fórmula. Por tanto, no es nada complejo. Pero no me complique usted una negociación de un estatuto, ya complicada, con una negociación de la reforma electoral, pues son dos complicaciones fuertes, y cuando chocan es como la energía crítica de la masa nuclear, explota... Y no funciona. Por lo tanto, hay que hacerla por separado.
Y debemos sentarnos. Nosotros, el Partido Popular quiere sentarse. Pero hagámoslo con racionalidad, y no con a ver cómo es la fórmula de topes que yo voy a emplear para entrar yo en el Parlamento. No, no, pero si el problema no es usted, el problema es Canarias. Y ahí estoy de acuerdo con don Julio también, el problema es Canarias: cómo damos la correcta representación a Canarias para que tengamos aquí un verdadero respaldo de las leyes que salen de aquí por un respaldo de población adecuado. Y no salgan leyes que van contra los intereses generales de la mayoría de los canarios, como ya han salido en este Parlamento, simplemente porque está condicionado por el voto 31. Ahora no, ahora hay pactos, y, claro, cuando forma el pacto el PP con Coalición Canaria son 35 votos, a ver quién rompe, o 38 votos o 39, o el PSOE con el PP, 36, a ver quién rompe. Aquí no hay chantaje, ahí hay negociación. Y los programas electorales son los que son, y vamos a actuar en base a esos programas electorales. Un compromiso real de las fuerzas políticas.
Incluso, le voy a dar, señor Román, otra chance más, en el tema del 5 % insular. Yo hasta podría estar de acuerdo, fíjese, por otro lado. Oiga, pero mire, eso va a significar una atomización completa del Parlamento insostenible, insoportable. No, no habría atomización con una fórmula, porque, claro, que tampoco sé que la va a asumir. Hagamos una verdadera predistribución de los diputados por islas proporcional entre todas las islas, y luego no hay problema de las barreras electorales. Si usted hace una distribución por islas proporcional a los diputados, y no la que tenemos ahora que es desproporcional a la población, entonces no habría problema con las barreras electorales, y se puede, incluso, poner en el 5 % en la circunscripción o en el 3 %, no hay ningún problema. Pero que esté la representación que está allí representando el conjunto de la población canaria. Esa es otra fórmula. ¿A nadie se le había ocurrido, verdad que no? A usted tampoco, don Román. Pero esa es otra fórmula. Pero a ver, a ver, sigo diciendo, ¿quién le pone el cascabel al gato?
En resumen, señorías, yo creo que el tema está suficientemente debatido. Yo creo que el tema no es sacarlo de quicio, ni andar con la demagogia, ni que esto no es democrático. No, no. Yo me considero absolutamente democrático, y esta cámara es absolutamente democrática y totalmente legitimada. Y se hicieron todos los consensos para que esto pudiese funcionar en su momento. ¿Que se equivocaron inicialmente? Yo siempre soy una persona bastante de principios, yo soy una persona que cuando se rompen los principios, en cualquier aspecto de la vida, en la física, en las matemáticas, en la vida, en la empresa, si se rompen los principios, se rompe ya la fuerza de poder luego construir el futuro. Si aquí, por esa debilidad, se accedió a una fórmula, que es la que tenemos, mejorada, para evitar el caos gobernativo que había con la anterior fórmula, que habían nueve fuerzas políticas aquí dentro, por eso se mejoró, por eso se hizo y por eso se aceptó, ni más ni menos, si no aquí no ...(Ininteligible.) se aceptó esta reforma electoral. Por lo tanto, mejorando esa fórmula, pues, bueno, es lo que podemos nosotros trasladar a la opinión pública, que está esperando una respuesta hoy.
Señor Román, resumo, nosotros estamos dispuestos si se toma en consideración, por lo menos vamos a votarla toma en consideración. Si los demás la votan, muy bien, nos sentamos en la ponencia, empezamos a discutir, tres meses, un año, dos años, no sé cuánto tiempo, pero llevamos la reflexión hasta el final. Pues, vamos a ser valientes y vamos a asumir la cuestión, pero definitivamente. Porque lo que se hace mal de principio, continúa mal siempre, siempre...
El señor PRESIDENTE: Dos minutos, don Manuel.
El señor FERNÁNDEZ GONZÁLEZ: Una cuestión que se hizo, yo tampoco la voy a criticar, ha funcionado, pero hay una debilidad de representación, que no son los topes, que es la representación poblacional. Esa es la clave del tema, el tema electoral canario. Y no hablemos de topes. A mí me importa un pepino, me da igual el 3 %, porque yo voy a decir aquí algunas -tengo esos dos minutos que me quedan- alguna lectura:
Mire, ICAN -estamos hablando del año 94- planteará ante el Congreso la lista regional con 40 diputados".
"Mauricio exige eliminar el 20 % insular y solamente el 35 % regional".
"La reducción de los topes electorales a la mitad dejaría el Parlamento igual". Otra reflexión.
"Coalición Canaria y Partido Popular aceptan debatir la reforma electoral, pero no como la plantea el PSOE". Ahora es al revés, ahora son el PSOE y Coalición Canaria quienes no lo plantean como el PP. Y claro, esto nos lleva, esto nos lleva al último de los títulos: "La reforma electoral de nunca acabar". Y sigue siendo este título actual, lo pueden coger los periodistas para la mañana: "la reforma electoral de nunca acabar", porque no hay voluntad real, política, sincera, por todos los que representamos los partidos políticos, de decir "esta es la realidad", y aunque algunos tengamos que hacer graves concesiones, vamos a hacerlas si de verdad tenemos la consciencia de que queremos arreglar este problema.
Muchas gracias y nada más.
El señor PRESIDENTE: Gracias.
Don Román, plantee usted ahora su cuestión. Tiene el micrófono abierto. Plantee lo que usted quería plantear.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ (Desde su escaño): No, no, solo decir, señor presidente, que lo que hemos pedido no es que se vote nuestra propuesta, sino que se admita a trámite.
El señor PRESIDENTE: No, no, yo creo que eso está dicho. Vamos a ver.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ (Desde su escaño): Pero es muy importante este tema, señor presidente. Ha habido una discusión de contenido, es evidente que aquí hay mucho que debatir.
El señor PRESIDENTE: Mire... bien. No, no.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ (Desde su escaño): Lo que está pidiendo nuestro grupo...
El señor PRESIDENTE: Lo puedo entender.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ (Desde su escaño): ...es lo que este Parlamento ha hecho ya en dos ocasiones.
El señor PRESIDENTE: Lo puedo... Mire...
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ (Desde su escaño): ...admitir a trámite, y abrir esa mesa. No estamos diciendo que se ratifiquen en lo que nosotros ...(Sin micrófono.)
El señor PRESIDENTE: Déjeme. Déjeme que...
Es que ahora ya dijo lo que quería decir. Mire, sobre este asunto... Siéntense, por favor. Ustedes, cuando, sus señorías, necesitan plantear una cuestión, digan lo que quieren plantear; no digan el discurso que quieren hacer.
Por lo que se trata, voy a dar dos minutos a cada grupo para acabar esto, sin ninguna petición más de palabra, así que tiene usted dos minutos y... Dos minutos tiene usted, y todos los grupos tienen dos minutos. El grupo que no quiera puede no hacer uso de ellos. Yo considero, entre las facultades que le da el reglamento a la Presidencia, que lo debo hacer.
Don Román, por favor, breve, y dos minutos, ¿eh?
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Señor presidente, se ha puesto en evidencia la necesidad del debate, muy en evidencia. Es cierto que no es nuevo; lo que está pidiendo el Grupo Mixto, que intentó hablar con todos los grupos en dos ocasiones, y por escrito, y que ni siquiera por cortesía parlamentaria asistió nadie... Hemos hecho la propuesta de mínimos, que además la copiamos de los socialistas de la legislatura anterior. Nosotros convocamos en dos ocasiones a los grupos parlamentarios, porque en el debate de investidura se dijo que en esta legislatura abordaríamos el problema. Nadie respondió. ¡Por escrito! Puse hasta una fecha en la segunda carta a ver si picaban, y no apareció nadie.
Hemos presentado una propuesta para promover el debate, no le estamos pidiendo que voten ustedes la propuesta -eso ya vendrá-, lo que le estamos pidiendo es lo que siempre hizo este Parlamento: admitir a trámite las propuestas sobre un tema muy, muy polémico, muy importante y difícil de acordar. Eso es lo que estamos proponiendo. En el 2000, aceptamos la propuesta de la Agrupación Herreña Independiente y estábamos en contra; la aceptamos, y hubo un interesante debate, y pasó por este Parlamento mucha gente a opinar. En el 2009, los socialistas propusieron una cosa idéntica a la nuestra, idéntica, y los partidos que gobernaban -Coalición Canaria y el Partido Popular- la admitieron a trámite. Hoy no les pedimos que ratifiquen nuestra propuesta parcial, lo que les pedimos es la oportunidad para debatirla, y se ha puesto en evidencia en estos treinta minutos que es un tema muy debatible, muy importante y que es necesario abordar, cediendo, discutiendo, buscando el punto de encuentro. Es solo lo que les pedimos. Es evidente que la propuesta de partida es modificable, ya no es ni siquiera la nuestra. Y acabo diciéndoles: esta propuesta que hacemos no beneficia a Nueva Canarias. Nueva Canarias sacó un 50 % más del tope regional, y las encuestas de ustedes dicen que vamos a sacar más. Si esto beneficia a alguien, es a los que están fuera, a los que desgraciadamente, teniendo voto, no pueden estar aquí.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don Román Rodríguez. Lo lamento mucho, porque ha dejado usted en mal lugar a la Presidencia. No ha dicho nada nuevo. Efectivamente, los que tenían razón en pedir la palabra. Sí, pero bueno, el debate lo interpreto yo (Dirigiéndose al señor Rodríguez Rodríguez). Ahora se ha abierto un turno para todos los grupos de dos minutos; el grupo que no quiera, no hace uso, pero lo que no se puede es pedir la palabra para plantear lo mismo, don Román, lo digo para el futuro.
Don Julio Cruz.
El señor CRUZ HERNÁNDEZ: Gracias, señor presidente.
Muy brevemente: yo creo que entramos en evidencia, ¿es necesario el debate? ¡Claro que es necesario el debate, y el debate está abierto! Aquí no se cierra hoy nada, ¿eh?, no se cierra nada. Y decía el señor Fernández: "oiga, es que los socialistas quieren, pero hay que potenciar la representación poblacional, hay que hacer la lista regional...". Pero es que el problema, para abordar definitivamente el asunto, es que es necesaria la posibilidad de una lista regional, y para eso es ineludible reformar el Estatuto de Autonomía. No es mi culpa, es que está el Estatuto de Autonomía por medio, y si no reformamos el Estatuto de Autonomía, no es posible hablar de lista regional. Y nosotros queremos hablar de lista regional, porque es el sistema que da representación a la población de una manera clara, y, al mismo tiempo, resuelve definitivamente el asunto. Si no lo queremos abordar, no lo vamos a abordar, pero el sistema está planteado, aquí hay una reforma, y a diferencia del año 2001 y del 2009, porque, don Román, hombre, si usted tiene voluntad de diálogo, hizo mal en copiar -y mal copiar- esa proposición de ley, porque aquella decayó porque no tenía apoyos, y usted sabía que no caminaba porque no había apoyo, entre otros, de los de su fuerza política, es decir, aquí está la reforma, y nosotros, conforme al debate de investidura, conforme al debate de investidura dijimos: "vamos a presentar una propuesta de reforma electoral con el Estatuto de Autonomía", hemos cumplido estrictamente el compromiso. En el pacto de Gobierno, el Gobierno trae una comunicación, y las fuerzas políticas del Partido Socialista y Coalición Canaria hemos presentado una propuesta que está aquí en trámite, de reforma del Estatuto de Autonomía, que contempla una reforma electoral importante, que viabiliza la solución definitiva del asunto, por lo tanto, a todos: vamos a debatir, vamos a tener esa oportunidad.
Hoy le vamos a decir que no a la suya, ¿por qué?, porque la suya es una distorsión en esta materia, don Román, es una distorsión clara, porque no da solución definitiva al problema, que como decía el señor Fernández lleva treinta años planteado. Solución definitiva: reformemos el Estatuto de Autonomía, reformemos la reforma... hagamos la reforma electoral que todos parece que estamos de acuerdo pero que nadie...
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don Julio Cruz.
Don José Miguel Ruano, Grupo Nacionalista Canario.
El señor RUANO LEÓN: Sí, muchas gracias, presidente.
Usando nuestro turno en un asunto que creíamos suficientemente debatido, el señor Rodríguez nos dice "¿es nuestra proposición un instrumento válido?", hemos dicho: "no es un instrumento válido, pero no es suficiente".
Es en sí misma incongruente, porque dice una cosa en la parte expositiva y otra en la dispositiva. Habla en la expositiva de proporcionalidad y termina hablando solo de las barreras electorales, estableciendo una única barrera electoral.
Hemos dicho, con claridad, que una propuesta de sistema electoral en Canarias tiene que hacer viable un modelo político organizativo que hable del archipiélago y que hable de la isla, y eso tiene que hacerse, además, sobre la base de dos principios: el equilibrio y la solidaridad. Construir un sistema electoral mejor que el que tenemos requiere, por tanto, decisiones previas que ahora mismo solo están suficientemente articuladas en un cauce válido, sólido y capaz de producir cambios, en la propuesta de Estatuto de Autonomía que hemos formulado en esta Cámara.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don José Miguel Ruano.
Don Manuel Fernández, si desea también su turno, Grupo Parlamentario Popular.
El señor FERNÁNDEZ GONZÁLEZ: No iba a decir nada más, porque yo creo que lo dije todo.
Pero, bien, vamos a matizar algunas cosas.
Señor don Julio, evidentemente, si dentro de las cinco propuestas que hay de debate de las fórmulas de reforma electoral una es, digamos, la circunscripción regional, o dos, circunscripciones regionales, y hay que reformar el Estatuto, totalmente de acuerdo, pero el Estatuto puede tener una reforma puntual, que se aprueba rápidamente, y nadie pone ninguna objeción, donde incluimos la reforma del artículo y donde está el tema y se pone: "habrá circunscripción insular y regional", y ya está. Eso no es un obstáculo.
Creo que debatir conjuntamente el estatuto con la reforma electoral es un error, es decir, de antemano no vamos a entrar en este debate, sinceramente, eso son, ya yo lo dije antes, las dos masas críticas del uranio que cuando se juntan no pasa nada, pero que cuando se juntan con la bomba atómica explotan. Por eso esto son dos bombas atómicas, dos trozos de uranio que forman la masa crítica, ¿no?, esa es la cuestión. Por lo tanto, yo creo que esa no es la vía.
Y tercero, tal como está propuesto, señor Román, yo no estoy de acuerdo, ya lo dije, pero sí estoy de acuerdo en que puede ser causa de sentarnos en sede parlamentaria de una forma oficial, a tratar de buscar soluciones, debatirlas, y, a lo mejor, llegar a una solución o no, no como estamos ahora, pero vamos a sentarnos; esa es la única forma, que yo pongo encima, y no estoy de acuerdo con la fórmula, estaría de acuerdo con la fórmula del 5 % insular si se reforma previamente lo que es la representación poblacional o proporcional de las islas, entonces puede caber esa fórmula. Eso también entraría dentro del debate, y es que hay mucho que debatir.
Por lo tanto, nada más y muchas gracias.
(El señor presidente acciona el timbre de llamada a votación.) (Pausa.)
El señor PRESIDENTE: Bien, señorías, vamos a proceder a la votación de la proposición de ley del Grupo Parlamentario Mixto, de reforma del sistema electoral que regula las elecciones al Parlamento de Canarias.
Se vota la toma en consideración de la proposición de ley del Grupo Mixto.
Comienza la votación (Pausa).
Resultado de la votación: 56 presentes, 23 a favor, 33 en contra, ninguna abstención.
Queda rechazada.
(La señora secretaria segunda, Montelongo González, ocupa un escaño en la sala.)